Drako
† Historia †
«El nacimiento de un monstruo»
Drako tuvo una vida difícil desde pequeño, fue abandonado en las calles de Noxus con tan solo cuatro años, por culpa de que sus padres no pudieron hacerse cargo de él.
Su vida en ese tiempo fue tortuosa, peleas para conseguir comida, pequeños hurtos en los mercados de la ciudad, dormir bajo la lluvia y el frío... Tuvo tiempo de sobra para acostumbrarse a esos problemas, hasta que con siete años, lo que le pareció un golpe de suerte en un principio, llegó a el. Swain, el gran comandante, se había fijado en él después de una pelea contra varios niños mayores que el, de la que salió victorioso, aunque llorando, arrepentido hasta cierto punto, de hacer lo que acababa de hacer.
Swain lo adoptó y lo crío como a un niño normal los primeros días, aunque después, cambiaría todo, con entrenamientos extenuantes, día sí y día también, sesiones de tortura para hacerle acostumbrarse al dolor de las heridas y clases sobre estrategia militar y de batalla para conseguir un arma versátil en cualquier tipo de batalla, debido a esta conducta durante lo que fueron años, Drako, pilló repulsión hacia Swain, cada momento en el que se veían su mente se nublaba con odio. No pensaba en nada más que en vengarse, lo cual hacía pensar a los más informados, que a Swain le había salido mal el experimento. Aunque todo lo contrario, Drak era despiadado y prácticamente invencible en combate uno contra uno, era un monstruo, pero le faltaba algo.
Y ese algo llegó con el círculo carmesí. Se unió a el y se informó sobre todo lo que pudo de la hemomancia, no dejó ni un cabo suelto, aprendió a usar trucos avanzados en mucho menos tiempo de lo que otros magos experimentados tardaron, era un prodigio, así que no tardó mucho en llegar a los altos círculos del culto. Donde conoció a Vladimir, la única persona hasta aquel momento, que había conseguido achantar a Drako, sabía que había algo que no estaba bien con el, que era diferente a el, a todos los hemomantes que había superado y a los más experimentados que había por aquel entonces allí.
Así que no le quedó otra que mostrar un claro respeto hacia el, aunque sin perder del todo esa personalidad arrogante tan característica suya.
Después de aprender algunos hechizos de su nuevo maestro y derrotar a innumerables soldados, magos y guerreros de todas las naciones sin recibir ni un rasguño, se hizo notar en el alto mando noxiano.
Y si algo había quedado claro es que:
" Uη ηυєνσ мσηѕтяυσ нαвία ηαcι∂σ "